Necrópolis de Himera
La
colonia de Himera, de origen calcídico, fue fundada en el año 648 a.C.,
según Diodoro Sículo, en la costa
septentrional de Sicilia. La colonia ocupó más de 125 hectáreas en la llanura
fértil del Río Himera, donde los espacios destinados a las necrópolis se
eligieron en función de la morfología de la colonia, es decir, al Este, Oeste y
Sur de la misma. Las primeras se hallan paralelas a la línea de playa, donde
discurrirían las antiguas vías de comunicación de la ciudad, dejando libre los
terrenos agrícolas. La necrópolis al Sur de la “Ciudad Alta” se halla a lo
largo del camino natural que conectaba la colonia con el anterior de Sicilia.
Mapa
de la colonia de Himera, necrópolis a Este, Oeste y Sur (VASALLO 2009).
En
la necrópolis oriental, que se usó desde la fundación de la ciudad hasta la
conquista púnica en el 409 a.C. y su posterior abandono, se hallan grupos de
enterramientos aislados, respondiendo tal vez a razones de culto,
jerarquización social o familiar. Contaba con 7-8 hectáreas de extensión y por
el momento se han excavado 3.414 tumbas, las cuales estaban protegidas por unos
diques que prevenían la inundación aluvial. A 100 metros de distancia se halla
la necrópolis occidental, cuya extensión
alcanzaba 5 hectáreas y se alargaba paralela al mar por 700 metros, y cuenta por
el momento con 2.186 tumbas estudiadas. Las diferentes tumbas se distribuyen de
forma desordenada en las necrópolis, con
una frecuencia de 1 tumba cada 2m2, y la naturaleza arenosa del
suelo no ha permitido definir su organización en el espacio o las calles
internas.
Necrópolis
occidental excavada en 2008, en la que se aprecian los distintos tipos de
tumbas (VASALLO 2009).
Las
tumbas en general son individuales, salvo casos especiales, como el de las
fosas comunes o varios enterramientos de niños dentro de pithoi o el de una pareja en una tumba “a la capuchina”, en la que
se urden en un abrazo. Durante la vida de la necrópolis coexisten inhumaciones
(90 % del total de las tumbas) y cremaciones (10%), de las cuales prevalecen
las incineraciones primarias (90%). Las inhumaciones se dan mayoritariamente en
enchytrismos, en fosa, en tumbas en
forma de casa, en sarcófagos de terracota o en tumbas “a la capuchina” en la que los cadáveres
fueron enterrados de cúbito supino y las cubiertas estaban formadas por tejas. Algo
a destacar son los sarcófagos construidos con ladrillos sin cocer y cubiertos
por una capa de yeso blanco, algo inédito en Sicilia en el Período Arcaico.
Sarcófago
de ladrillos y tumba “a la capuchina” (VASALLO 2010).
Al
menos una tercera parte de los enterramientos son tumbas de niños, donde se
encuentran pequeños biberones, y menos común son los enterramientos de
animales, si bien hallamos en la necrópolis occidental 9 caballos y 1 perro,
animales vinculados a las fosas comunes donde se enterraron a los muertos de la
Batalla de Himera del año 480 a.C. En
esta batalla se enfrentaron la coalición de Siracusa, liderada por Gelón, y
Agrigento, dirigida por el tirano Terón,
contra el ejército cartaginés de Amílcar Magón, que supuso la derrota de los
cartagineses. Es por esta razón que se crearon grandes tumbas colectivas destinadas
a los muertos en batalla, en concreto varones de entre los 18 y 20 años de edad.
Estas fosas están orientadas en sentido Norte-Sur, son anchas, con una media de
2 metros, si bien algunas llegan a los 10 metros de largo. Los cuerpos de los combatientes
eran colocados en dirección Este-Oeste, con el cráneo al Este, manteniendo
cierto orden a pesar de la rapidez con la que se debieron enterrar, pues así se les dotaba de cierto prestigio.
Fosa
común de la necrópolis oriental en la que se aprecia la distribución de los cadáveres
y la tumba de un caballo (VASALLO 2012).
En
estas fosas hay presencia de armas, como lanzas, flechas y cuchillos,
incrustadas en los esqueletos, y aparte contaban con monedas de bronce. Estas
monedas suponían el ajuar de muchas tumbas, y en muchos casos nos habla de las
buenas relaciones que mantenía la colonia con las colonias itálicas, pues se
halló un tesoro exclusivamente formado por monedas de Poseidón, lo cual nos
habla de que la propietaria de dicho ajuar fue a vivir a Himera. En otros casos hallamos anillos de hierro en
los tobillos de algunos esclavos, de los cuales hasta el momento se han hallado
tres tumbas.
Necrópolis oriental, sepultura de un esclavo varón
con anillos de hierro en los tobillos (VASALLO 2010).
Bibliografía
VASALLO,
Stefano. “Himera. Indagini nelle necropoli”, Paestum (2009), pp. 233- 260.
_
“Himera alla luce delle receni indagini nella città bassa e nelle necropoli”, Mare Internum (2010), pp. 45-56.
_”La
sepolture dei bambini nelle necropoli di Himera”, La presenza dei bambini nelle religioni del Mediterraneo antico (2014),
pp. 257- 289.
VASALLO,
Stefano y VALENTINO, Matteo. “Scavi nella necropoli occidentale di Himera, il
paesaggio e le tipologie funerarie”, Sicilia
occidentale. Studi, rassegne, ricerche, Vol. II (2012), pp. 49-58.
VASALLO,
Stefano y TARDO, Valeria. La colonia di
Himera. La cerámica- le necropoli. Palermo, Biblioteca centrale della
Regione siciliana, 2004, pp. 52-63.
Ximena Bolaños López.
Me ha parecido muy interesante la entrada, sin embargo, tengo una duda. Las tumbas se hallaban paralelas a la línea de la playa, ¿pero se sabe si la línea de costa ha cambiado y hubiera la posibilidad de que algunas tumbas se encunetren bajo el agua? Muchas Gracias. Un Saludo
ResponderEliminarLas necrópolis se descubrieron en 2008 a raíz de la extensión de una obra ferroviaria, y por el momento los estudios apuntan a que ésa era la delimitación de las necrópolis, si bien aunque queda bastante trabajo por hacer y tal vez se hallen debido a la naturaleza del terreno algunos restos en la costa.
ResponderEliminarPrimeramente quería felicitaros por el blog y por esta entrada. Se trata de una temática muy interesante. En mi blog he tratado directamente con el territorio de Sicilia y la arqueología del paisaje. Me preguntaba si a partir del ajuar se pueden ver diferencias claras entre estamentos sociales jerarquizados, y si existen variaciones en función del sexo del individuo enterrado en las necrópolis de Himera.
ResponderEliminarMuchas felicidades por el trabajo realizado.
Laia Catarineu
Muy buenas Ximena, enhorabuena por el artículo. Me ha parecido muy explicativo y muy bien apoyado con un soporte gráfico que permite que nos hagamos una mejor idea de esta realidad tan interesante que nos muestras.
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