Las láminas de
órfico-dionisíacas son elementos epigráficos hechos de oro, de entre 8 y 4 cm
de ancho y entre 3 y 1 de alto), muy importantes para conocer la religión
griega, ya que son documentos muy antiguos y nos hablan de ritos y creencias
que más tarde influyeron en el pensamiento de algunos filósofos como Platón. Hay
que tener en cuenta que no fueron materiales que se hicieran para ser leídas, y
es por ello, que el grabado -a veces en prosa, otras en verso-, se encuentra en
tan mal estado de conservación, además de tener faltas ortográficas y una letra
descuidada. Es por esta razón, que hay tanta problemática a la hora de estudiarlas,
ya que los filólogos deben restituir el texto para poder entenderlo. Algunas
veces estas láminas se hallan dobladas, cerca del pecho o dentro de la boca,
aunque en ocasiones también aparecen abiertas, en la mano del difunto.
El hecho de que el
material fuera oro puede ser que tenga que ver con que es duradero, perdurable,
algo muy importante ya que tiene que ver con el mundo funerario y el difunto lo
necesitaba para evitar elementos malignos que pudieran alcanzarle. Esto es muy
interesante debido a que el plomo se utilizaba para las defixiones, por lo que
es un material de destrucción y muerte.
El número de estas
laminillas es muy escaso, teniendo en cuenta la gran cantidad de yacimientos
que se han excavado. Esto nos puede estar hablando de que los únicos que se
podían permitir tener este tipo de material era un grupo reducido de personas,
cuya religión debía estar relacionada con el rito órfico (aunque hay algunos
investigadores como Edmonds, que hoy en día niegan que sean órficas).
Respecto a esto, hay
una discusión, hay diferentes opiniones, ya que cada experto hace una
interpretación diferente. Lo que se sabe es que están relacionadas con el
camino al Más Allá, haciendo referencias al muerto para encontrarlo más
fácilmente, encontrándose en la mayoría de los casos diálogos. Se pueden
organizar en grupos, como hizo Zunt, creando el grupo A y B: el primero de
ellos sería la letanía de la pureza mientras que el B nos habla de la letanía
de la sed y el sufrimiento del camino hacia el Más Allá. Por lo tanto, vemos
que hay diferentes temáticas en cuanto al rito funerario, el paso al Más Allá,
lo que hay que hacer para llegar a este, la llega del alma ante Perséfone, etc.
Sin embargo, lo que no se conoce a ciencia cierta es que el rito al que estaban
dedicadas fuera el orfismo. Hoy en día, la mayoría de los expertos están de
acuerdo que muy posiblemente sean órficas, ya que encontramos evidencias de
este rito desde el siglo VI a.C (Papiro
de Deverni).
Otro objeto de
controversia es el del narrador, debido a que la forma en que indica el camino
es la imperativa, con la suficiente información como para decirle a alguien lo
que tiene que hacer y lo que se va a encontrar. Es por ello que se piensa que
podría haber sido Orfeo, debido a su conocimiento sobre el otro mundo y sus
habilidades poéticas.
La lámina más antigua
que se ha encontrado es la de Hiponio, que data del 400 a.C, hallada en Vibo
Valentia (Calabria), mientras que la más reciente tiene una cronología del 260
d.C, encontrada en Roma, por lo que vemos que pertenecen a un amplio de periodo
de tiempo. La mayoría de ellas datan de los siglos IV y III a.C.
Una gran cantidad de
ellas se encontró en la Magna Grecia, como por ejemplo las cinco láminas de Turios, datadas del siglo IV
a.C. La primera en ser hallada fue en Petelia, en Calabria. Sin embargo, las
podemos encontrar también en la zona de Tesalia, como la de Farsalo, del siglo
IV a.C, en el área de Creta, Macedonia, Roma e incluso Turquía, aunque de esta
última no se tiene mucha información debido a su mal estado de conservación.
Uno de los ejemplos
donde podemos ver cómo guían al difunto, es en el de la lámina de Hiponio:
Esto es obra de Mnemósine. Cuando esté en trance de
morirse
hacia la bien construida morada de Hades, hay a la
diestra una fuente,
y cerca de ella, erguido, un albo ciprés.
Allí, al bajar, las ánimas de los muertos se
refrescan.
¡A esa fuente no te allegues de cerca ni un poco!
Pero más adelante hallarás, de la laguna de
Mnemósine
agua que fluye fresca. Y a su orilla hay unos
guardianes.
Ellos te preguntarán, con sagaz discernimiento,
por qué investigas las tinieblas del Hades sombrío.
Di: “Hijo de Tierra soy y de Cielo estrellado;
de sed estoy seco y me muero. Dadme, pues,
enseguida,
a beber agua fresca de la laguna de Mnemósine”.
Y de cierto que consultarán con la reina
subterránea,
y te darán a beber de la laguna de Mnemósine.
Así que, una vez que hayas bebido, también tú te
irás por la sagrada vía,
por la que los demás iniciados y bacos avanzan,
gloriosos.
Lámina de Hiponio (400 a.C). Museo
Archeologico Statale di Vibo.
Los dioses a los que se invocan son fundamentalmente
Dioniso y Perséfone, aunque también se encuentran menciones a Eucles y Eubúleo,
lo que produce problemas para discernir a quién se refiere, ya que en el caso
del primero puede ser Hades, mientras que el segundo puede estar relacionado
con Dioniso o Zeus. Lo más interesante es que en ninguna de ellas se nombra a Thánatos,
Hypnos, Hermes o Caronte, los cuales son comunes en el tema funerario debido a
su función psicopompa.
BIBLIOGRAFÍA
Bernabé, A., y Jiménez, A.I., Instrucciones para el más allá. Las laminillas órficas de oro. Ediciones Clásicas, Madrid, 2001.
Burket, W., “Orphism and Bacchic mysteries. New evidence and old
problems of interpretation”, The center
for Hermeneutical Studies, Colloquy 28,
1977, 1-47.
Diez de Velasco, F., Los caminos de la muerte. Religión, rito e
imágenes del paso al más allá en la Grecia antigua. Trotta, Madrid, 1995.
Edmonds, R., “Tearing apart the Zagreus Myth: A few disparaging remarks
on Orphism and original sin”, CIAnt, 18,
1999, 35-73.
Garland, R., The Greek way of
death. Ducworth, Londres, 1985.
Martín Hernández, R., “Tipología de los documentos de oro
hallados en tumbas. Las laminillas órficas y su relación con otros textos
mágicos”, en Edición de textos mágicos de la Antigüedad a la Edad Media, CSIC,
Madrid, 2010, 61-77.
ZUNTZ, G., Persephone. Three
Essays on Religion and Thought in Magna Graecia, Oxford University
Press, Oxford, 1971.
WEBGRAFÍA
AUTORA: MARÍA ISABEL MENCHERO HERNÁNDEZ
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrimeramente quería felicitaros por el blog y por esta entrada. Se trata de una temática muy interesante y que no conocía con muchos detalles. Quería preguntar a raíz de este elemento encontrado en las tumbas, si se ha evidenciado una diferenciación de sexo del difunto, es decir, si se encuentran tanto en tumbas femeninas como masculinas, y en que medida. Como ya se comenta en la entrada, se trata de un objeto que solo un grupo reducido de personas de podían permitir. ¿Eso se ha podido evidenciar arqueológicamente a partir de las tumbas o de los ajuares? Y finalmente, si al tener una cronología tan extensa (del 400 a.n.e. al 260 d.n.e, que se conozca), ¿se han podido documentar variaciones a lo largo del tiempo?
ResponderEliminarMuchas felicidades por el trabajo realizado.
Laia Catarineu
Muchas gracias por el comentario. Con respecto a la primera pregunta, se han encontrado en tumbas de ambos sexos, aunque no he podido encontrar en qué medida se encuentran en cada una de las tumbas. Tampoco es un elemento que se encuentre en grandes cantidades, debido a que al ser un objeto de lujo, ya que estaban hechas de oro, sólo se lo podían permitir unos pocos. Con respecto a la última pregunta, se conocen variaciones temáticas, dependiendo de las advertencias que quieran hacer al difunto para que llegue al Más Allá. Espero haber aclarado tus dudas. Un saludo.
EliminarUn saludo María Isabel, un blog muy intesante y me ha parecido que planteas unas cuestiones curiosas con un lenguaje claro y cercano. Yo personalmente no conocía la existencia de estas laminillas y,repito, me ha gustado mucho la perspectiva del planeamiento, sobre todo el tema del más allá como apunte que pudiera ahondar en un futuro en las ideas de la persona de a pie.
ResponderEliminarLe agradezco el conocimiento compartido.
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